

El investigador del proyecto SENDO Asier Oliver ha recibido el premio a la “Mejor comunicación oral” en el XI Congreso Nacional de lactancia materna, celebrado en Pamplona desde el pasado 31 de marzo hasta el 2 de abril. En estas jornadas que contaron con la participación de más de 500 asistentes, destacó la ponencia de Asier, sobre la relación entre la lactancia materna y el consumo de alimentos ultraprocesados. Una ponencia en la que explicó los resultados de una investigación realizada en el marco del Proyecto SENDO. Con este motivo, entrevistamos a Asier nos cuenta como se relacionan la lactancia materna y productos ultraprocesados.

P. Lo primero de todo, Asier, ¡enhorabuena! ¿Qué significa para ti haber recibido est premio?
R. ¡Muchas gracias! Es una alegría y un aliciente enorme para seguir investigando. Estoy muy agradecido a los participantes del proyecto SENDO, porque, sin ellos, esta investigación no habría podido salir adelante. Los participantes de las cohortes de investigación rara vez son conscientes de hasta qué punto ayudan a avanzar la ciencia.
P. Cuéntanos, ¿cuál es el mayor avance que presenta esta investigación por la que, además, te dieron el premio?
R. Los resultados de nuestra investigación mostraron que la duración de la lactancia materna se asocia con un menor consumo de productos ultraprocesados a la edad de 4-5 años. También, a una menor probabilidad de que los productos ultraprocesados representen un porcentaje elevado del total de energía diaria que consume el niño.
Estoy muy agradecido a los participantes del proyecto SENDO, porque, sin ellos, esta investigación no habría podido salir adelante.
¿Que son los ultraprocesados?
P. ¿Y qué quiere decir que un alimento sea procesado, o ultraprocesado?
R. El procesamiento de alimentos involucra procesos físicos, biológicos y químicos que ocurren después de que los alimentos se separan de la naturaleza. Esos procesos se llevan a cabo en ellos antes de que sean adquiridos y enviados para la preparación culinaria o directamente para ser consumidos como tales.
P. ¿Existen grados de procesamiento?
R. Sí, podemos dividir los alimentos en función de su nivel de procesamiento según una clasificación conocida como “clasificación NOVA” que los divide en cuatro grupos.
P. ¿Nos podrías explicar con un poco más de detalle en qué consisten esos grupos?
R. ¡Claro! Los alimentos NOVA 1 serían los alimentos sin procesar o mínimamente procesados como, por ejemplo, una manzana.
Los NOVA 2 serían ingredientes culinarios procesado, que pueden contener aditivos para conservar las propiedades originales. Por ejemplo, la sal. Los clasificados como NOVA 3 serían alimentos procesados elaborados con la adición de sustancias como sal, azúcar o aceite y el uso de procesos como el ahumado, el curado o la fermentación, sin incluir necesariamente un proceso industrial. Un buen ejemplo serían el queso curado o una lata de sardinas. Por último, los incluidos en el grupo NOVA 4 serían los productos ultraprocesados. Son aquellos alimentos que presentan modificaciones industriales elaboradas mediante la adición de azúcar, aceites, grasas, sal, antioxidantes sintéticos y estabilizantes a los alimentos del grupo NOVA 1.

¿Que relevancia tienen los ultraprocesados para nuestra alimentación?
P. Hoy en día, ¿cuál dirías que es el grupo de alimentos del que más nos alimentamos?
R. Diría que hoy en día contamos con un consumo muy excesivo de productos ultraprocesados, que además ha aumentado en nuestro medio exponencialmente debido a un cambio en el patrón dietético. Hemos pasado de un patrón basado en la dieta mediterránea a un patrón “occidentalizado”, que es en el que priman los ultraprocesados.
P. ¿Qué peligros tiene eso?
R. Que el consumo excesivo de productos ultraprocesados se ha asociado con el desarrollo de enfermedades como la obesidad, la hipertensión, el síndrome metabólico e incluso algunos tipos de cáncer.
Consumo excesivo de productos ultraprocesados se ha asociado con el desarrollo de enfermedades como la obesidad, la hipertensión y el síndrome metabólico.
P. Entiendo que, por eso, entre otras cosas, son muy importantes los resultados de la investigación que presentaste, y por la que te dieron el premio.
R. Efectivamente, si podemos prevenir en los más peques el consumo de ultraprocesados, les estaremos ahorrando enfermedades futuras, por desgracia muy frecuentes hoy en día. Nosotros, como decía, hemos visto que, a mayor duración de la lactancia materna, menor consumo posterior de ultraprocesados.
La lactancia materna: apostar por una dieta equilibrada
P. ¿Hay recomendaciones de entidades públicas al respecto?
R. Sí, la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna durante los 6 primeros meses de vida. Aunque anima a las madres a mantenerla más allá de los 12 meses, si tanto ella como el bebé lo desean. Lo recomienda, entre otras cosas, porque los niños que la han recibido suelen seguir una dieta más rica en frutas y verduras posteriormente.
P. De ahí, ¿cómo llegasteis vosotros a los ultraprocesados?
R. En este escenario, los investigadores de SENDO nos preguntamos si esos niños que tuvieron lactancia materna presentarían, concretamente, un consumo menor de productos ultraprocesados que aquellos que no la habían recibido o, que sí, pero durante muy poco tiempo. P. Y eso, ¿se puede averiguar? ¿Cómo?
R. Sí, se puede averiguar o, al menos, ¡investigar hasta encontrar una respuesta! Para responder a esa pregunta que nos hicimos recogimos datos de 806 voluntarios. Entre otros, el historial de lactancia materna y también información sobre la dieta de los niños a los 4-5 años de edad. Esos voluntarios son los participantes del proyecto SENDO, por eso decía
nada más comenzar que les estoy, y estamos en SENDO, tan agradecidos.
Promover la lactancia materna puede ayudarnos a lograr generaciones de niños con una mejor calidad de la dieta.
P. ¿Cómo definirías brevemente el proyecto SENDO, para alguien que no lo conoce?
R. Es un estudio enfocado en el análisis del impacto de la dieta y el estilo de vida sobre la salud del niño.

¿Que relación hay entre la lactancia materna y los ultraprocesados?
P. ¡Gracias! Sigamos con los resultados de la investigación. ¿Cuál era la diferencia entre los niños que sí recibían lactancia materna y los que no?
R. Pudimos observar que, en comparación con los niños que no habían recibido lactancia materna, los que fueron amamantados durante 12 meses o más consumían una media de 59 g/día menos en forma de productos ultraprocesados, lo que representa aproximadamente un 5% su ingesta energética diaria. Además, es interesante que los beneficios de la lactancia materna aumentan a medida que se prolonga su duración. Cabe destacar, aún así, que incluso el periodo de lactancia más breve ya tiene un efecto beneficioso para el bebé.
P. Muchísimas gracias, Asier, ya terminamos… ¿Con qué conclusión general nos deberíamos quedar?
R. Con que la lactancia materna se asocia con un menor consumo de productos ultraprocesados en la infancia y que, por lo tanto, promoverla puede ayudarnos a lograr generaciones de niños con una mejor calidad de la dieta. Muchas gracias a vosotros, al proyecto, ¡y a nuestros queridos participantes!