

Hace unos meses, ya hablamos de la importancia de proteger nuestra piel cuando nos exponemos al sol. En esta entrada queremos profundizar un poco más en los diferentes tipos de fotoprotectores.
Sabemos que aplicar fotoprotectores a los niños es muy importante por varios motivos: el verano es una época en la que los niños están más tiempo al aire libre, la piel de los niños es muy sensible a la radiación ultravioleta, las quemaduras en el niño son un riesgo para cáncer de piel en la edad adulta y por la progresiva destrucción de la capa de ozono que nos protege de la radiación UVB.
Los rayos del sol están formados por radiación infrarroja, la gran mayoría, y radiación ultravioleta. El 98 % de la radiación ultravioleta es de tipo A (UVA) y el 2 %, de tipo B (UVB). El fotoprotector que elijamos deberá cubrir el espectro de ambas radiaciones: UVA y UVB. La radiación UVB es muy energética, y es la responsable del enrojecimiento de la piel (eritema) y de las quemaduras solares. La radiación UVA no nos ponen rojos ni es tan energéticas. El Factor de Protección Solar (FPS) es el grado de protección necesario para evitar que los rayos ultravioleta dañen la piel.
Hay diferentes tipos de filtros solares, los químicos, los físicos y los biológicos:
- Los filtros químicos u orgánicos. Actúan absorbiendo y dispersando la radiación UVA y UVB, mediante reacciones químicas que producen p
equeñas cantidades de calor y productos de degradación. Al absorber las radiaciones, el filtro se desactiva y, por ese motivo, debe volver a aplicarse pasado un tiempo de exposición solar. Además, no actúa hasta pasados 20 minutos desde su aplicación, ya que precisa ser absorbido por las capas superficiales de la piel. Los filtros químicos penetran en nuestro organismo mediante la piel y se eliminan a través de la orina. Pueden acumularse en el esperma, la leche materna y en la placenta. Las mujeres acumulan estas sustancias y pueden transmitirlas al feto, con el consiguiente riesgo de alergia y toxicidad para la salud.
RIESGO DE ALERGIA:
La alergia a protectores solares (fotoalergia) ha ido en aumento en los últimos años. Los filtros químicos se relacionan con más frecuencia con alergia cutánea que puede manifestarse como dermatitis fotoalérgica, erupción cutánea, eczema agudo, o dermatitis de contacto. El exantema aparece en las zonas expuestas al sol donde se ha aplicado el fotoprotector. La causa principal de estas reacciones se debe al octocrileno, un compuesto orgánico con potencial alergénico que pertenece al grupo de los cianamatos. Su potencia fotoprotectora es débil si se usa de forma aislada, por lo que se suele emplear en combinación con otros filtros solares para obtener un mayor factor de protección solar y estabilidad, lo que facilita su extensión sobre la piel al mismo tiempo que aumenta su resistencia al agua. También pueden producirse reacciones alérgicas por otros filtros solares como la benzofenona-3, perfumes como el alcohol cinámico y el fenofibrato.
TOXICIDAD AMBIENTAL Y PARA LA SALUD:
El riesgo tóxico de estos fotoprotectores se debe a que presentan unas sustancias sintéticas que alteran el funcionamiento del sistema hormonal actuando como disruptores endocrinos o contaminantes hormonales. En inglés se conoce como Endocrine Disrupting Chemicals (EDC). La disrupción endocrina se ha asociado con riesgo de carcinogénesis, problemas reproductivos, neurotóxicos e inmunológicos, especialmente en embarazadas, bebes, niños pequeños y adolescentes. Además, estos fotoprotectores también pueden dañar el medioambiente y el ecosistema marino, afectando a la flora y fauna acuáticas. El Instituto Mediterráneo de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua perteneciente al CSIC ha presentado los primeros datos sobre la presencia, destino y efectos en el medio ambiente de los filtros solares orgánicos.
Los disruptores endocrinos más conocidos son la oxibenzona y el octinoxato. La oxibenzona y sus metabolitos son del grupo de las benzofenonas. Puede aparecer referido como BP3 o por su nombre completo, 2-hidroxi-4-metoxifenil-fenilmetanona, y puede ir acompañada de su hermana la BP-4. Son las dos únicas de esta familia que permite la Unión Europea. El octinoxato pede ser nombrado como metoxicinamato de octilo u OMC o por su nombre químico Etilhexil-Metoxicianamato. En Dinamarca está prohibido en cremas para niños.
- Los filtros físicos, minerales o inorgánicos. Los más utilizados son el dióxido de titanio, el óxido de zinc, el
silicio u otros minerales. Son opacos a la radiación solar, por lo que actúan reflejando y bloqueando la absorción de la luz ultravioleta. No aportan toxinas. Son los más se
guros y recomendables porque NO SE ABSORBEN EN LA PIEL. Su efecto dura mientras permanecen en la piel, aunque no son resistentes al agua. Al salir del agua es preciso volver a aplicarlos. Los filtros físicos no tienen que llevar nanopartículas porque en ese caso podrían absorberse por la piel. El mayor inconveniente es que dejan la piel blanca cuando se aplican y son más espesos. Existen dudas acerca de si los filtros físicos, por sí solos, pueden llegar a alcanzar factores de protección altos. - Los filtros biológicos son sustancias antioxidantes que evitan la formación de radicales libres; reparadores del daño oxidativo provocado por las radiacciones ultravioleta. Son, sobre todo, las vitaminas A, C y E. Derivan de extractos de plantas, como el karité, el aguacate, el aloe vera y el germen de trigo. Protegen poco, excepto el aceite de Karanja, que se extrae de las semillas del árbol Millettia Pinnata, originario de Asia y que, además de ser un potente filtro solar que cubre tanto rayos UVA como UVB, cuenta con un FPS de 30. Los filtros biológicos todavía no tienen suficientes estudios que permitan su utilización por sí solos. Sí se sabe que su eficacia y seguridad aumentan si se usan juntamente con los fotoprotectores.
IMPORTANTE: elegiremos un fotoprotector que:
- Proteja contra la radiación UVA y UVB. En el envase deben aparecer las letras UVA rodeadas por un círculo que certifique su protección anti-UVA. Además debe constar el factor FPS anti-UVB.
- Combine un filtro físico con algunos de los filtros químicos. La realidad es que la gran mayoría de oferta comercial se componen de una mezcla de filtros físicos con filtros químicos.
- No contenga filtros que puedan tener efectos hormonales, como la oxibenzona, BP3 o benzofenona, y el octinoxato.
- No contenga octocrileno, relacionado en reacciones alérgicas, sobre todo en niños pequeños y en personas con dermatitis atópica.
- No se absorba por la piel, sea fácil de extender y no se acumule en nuestros tejidos. Cuidado con los espráis, que pueden inhalarse.
- No favorezca la absorción de otros productos químicos.
- Sea fotoestable y no se degrade rápidamente con la luz solar.
- No contenga parabenos.
Para ayudarnos a conocer mejor los fotoprotectores, es interesante saber que existen organismos acreditados que certifican que el producto cosmético es respetuoso con el medio ambiente y con la salud. Son páginas web de referencia ecoreach.it y la francesa, quechoisir.org, que dispone de la aplicación móvil gratuita “QuelCosmetic” para informa acerca de los ingredientes indeseables en los productos cosméticos. También son páginas web interesantes la del Organismo de certificación para el desarrollo sostenible, en España, y la Istituto certificazione etica e ambientale, en Italia. En Estados Unidos, el Environmental Working Group (EWG) es una organización no gubernamental que define su misión como “emplear el poder de la información pública para proteger la salud pública y el medio ambiente”. Uno de sus objetivos es proteger a los segmentos de población más vulnerables (fetos, recién nacidos y niños) de los problemas de salud atribuidos a una amplia gama de contaminantes tóxicos. Cada año, el EWG publica una guía de protectores solares con información acerca del grado de seguridad de los fotoprotectores que sirve para verificar que los filtros usados son filtros físicos y que el producto no contiene los filtros químicos desaconsejados. Por último, también merece una visita la página web de la Skin Cancer Foundation, una organización internacional que garantiza que un producto de protección solar cumple con los más altos estándares de seguridad y eficacia.
Ya estamos en pleno verano. No te olvides de beber mucha agua y de vigilar tu dieta. Resguárdate del sol y recuerda que puedes proteger tu piel y, a la vez, preservar el medioambiente. ¡A DISFRUTAR!